sábado, 1 de septiembre de 2012

Extracto de Articulo en Revista Amiga!


Libera a la emprendedora que llevas dentro

'La palabra mágica es 'querer' porque si deseas algo vas a continuar tratando aunque haya momentos difíciles'. América de Villeda.
Si la comodidad de un salario mensual no satisface por completo tu deseo de crecer, si necesitas un ingreso adicional o, sencillamente, te entusiasma la idea de iniciarte en el mundo de los negocios, este artículo es para ti.  Expertos en el tema y mujeres que han conquistado un espacio en este terreno, comparten sus consejos y experiencia.

Un poco incrédulos, motoristas que conducían modelos de los años 60 y 70, se acercaban hace 34 años al taller de reparación de motos y bicicletas situado en la Calzada San Juan.  ¿La razón de su inquietud?  El taller era atendido por mujeres que vestían overol, se esmeraban en brindarles un buen servicio y los recibían en un lugar limpio y ordenado.  Aquel concepto desarrollado por América de Villeda fue el inicio de una gran empresa.
América se casó a los 18 años con José Villeda y juntos viajaron a los Estados Unidos con el propósito de trabajar para comprar una casa.  Al volver a Guatemala ambos tenían 20 años, compraron la casa y construyeron algunos locales comerciales donde instalaron el modesto taller.  'Mi esposo inició un negocio en otra zona y me quedé con la venta de repuestos; decidí contratar mujeres y fue algo innovador porque no las había en este tipo de negocio; éramos más dedicadas, ordenadas y atentas que los hombres; trabajábamos hasta los domingos y no cerrábamos hasta que vendíamos algo', recuerda la fundadora y actual directora administrativa de la cadena de tiendas de motocicletas, repuestos y accesorios VRC.

América se adelantó a la generación actual que se prepara en las universidades con la meta de ser empresaria y no empleada.  El suyo constituyó un caso poco común en la década de los 70, cuando la mayoría de empresas era manejada por hombres y la mayoría de mujeres desempeñaba exclusivamente el papel de ama de casa.  De ello da fe Juan José Pérez, quien imparte cursos de capacitación para empresas desde hace 30 años.  'Antiguamente, en un grupo de 100 personas había 5 ó 6 mujeres; luego, los números se fueron equilibrando; ahora vemos grupos donde hay 70 por ciento de mujeres', señala.

De acuerdo con Pérez, la mayoría de mujeres que emprende un negocio propio lo hace por necesidad, por orgullo o por rebeldía, es decir, se rebelan contra una sociedad o un sistema familiar que les impone ciertos roles y las limita en términos de productividad.  'El dinero es poder y una mujer que no gana su propio dinero está en una situación de desventaja en términos de  poder', afirma.  'Muchos hombres no quieren que la mujer trabaje porque va a comprobar que puede salir adelante sin ellos y eso les hace perder poder'.



'Un emprendedor asume la responsabilidad de sus éxitos y fracasos; no culpa al sistema ni al gobierno'.  Estuardo Quezada.


Karin Villeda -al centro-, junto a Claudia, Eleonora, Alejandra y Sandra, quienes 

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